lunes, 30 de marzo de 2009

Hasta el quinto pino...¡Y más allá!



Compañeras y compañeros...me he perdido. Juro que según mi reloj solo estoy a cuatro horas de Madrid y que no me he metido nada raro...Creo que he cruzado alguna puerta interestelar o una arruga en el tiempo, pero en estos momentos y a 4 horas de Madrid vivo con hora brasileña, si si, mi reloj dice 20:00 hora de Madrid, pero sea donde sea que estoy son las 7:00 de la mañana.
Preparé la mochila y fui a la Casa de Campo porque me habían dicho que desde allí había una ruta de senderismo que llevaba hasta la Costa Blanca y ¡Joder! ¡eso había que verlo! Si ya, si raro es, lo se, pero la curiosidad me puede. Una cala solitaria, la tienda de campaña, musiquita en el mp3, fumarme Marruecos mirando al mar...
Estoy empezando a rayarme ¿Me habrán echado drojas en la cerveza, al fin, como decía mi abuela?
Voy a tratar de volver sobre mis pasos, espero recuperar la normalidad con eso, desde hace horas voy dejando marcas en los árboles para poder encontrarme. Solo espero no haber entrado en una dimensión paralela en la que viva con 11 horas adelanto o ¿será de retraso?¡¡¡¿¿¿Habrán pasado 10 años en la realidad cuando os vuelva a ver???!!!



*Nueva conexión 2 horas después*

Esto no mejora. Según mi reloj debe ser casi media noche en Madrid y aquí está comenzando la mañana y lo que es peor...he mirado el registro de mi portatil y todos mis archivos han cambiado de día y hora, incluso las fotos de los conciertos!!!

Hace 10 minutos me crucé con un grupo de personas, pero por la cara que pusieron cuando les saludé creo que andan igual de perdidos que yo...




Empiezo a tener miedo...


*Y después de otras dos horas, al apartar un matojo y sin avisar...*





¡¡Coño!!! Esto me suena!!! ¡He vuelto a casa y a la normalidad!!! Ais mama que susto más gordo...que creía que me quedaba allí para siempre...o lo que es peor, acudiendo a los ensayos con un día de retraso...¿O era de adelanto? Sigo sin saberlo...pero no pienso volver para comprobarlo.

jueves, 26 de marzo de 2009

Mortimer


Ayer fue un día grande. Ayer robé un mono. No lo robé… más bien le liberé, aunque resulta que no quiere ser liberado prefiere la compañía. Pero prefiere la mía a la de los animales que experimentaban con él.


Le he puesto nombre, le llamo Mortimer y él me llama IH-IH, nos llevamos bien. No es mucho más desordenado que yo así que no va a haber problemas entre nosotros. Le he explicado con qué plantas puede jugar (comerlas, morderlas o mearlas) y con cuales, si juega, me lo comería yo a él, le mordería y sin dudarlo le mearía. Supongo que lo ha entendido, pero por si acaso cuando se acerca a ellas le enseño los colmillos y le gruño. Por ahora no hemos tenido disgustos.


Solo tendré que mantenerle alejado de Arcadia para que no le ponga vestiditos, de Rogelia para que no se ralle pensando en todas las enfermedades que pueden transmitir los monos y de Calígula, el tapir de Aurelio… porque no me fío de él, no ve muchas hembras de su especie...

Es una gran compañía, yo le cuento mis penas y él me mira con ojillos... esto va a ser el principio de una gran amistad. Ahora ya solo me falta el parche.

martes, 24 de marzo de 2009

Remember Yesterday


Ais… aquellos maravillosos años...

Hoy rebuscando por el cajón de los recuerdos me he encontrado (a parte de una mancha de chocolate que no debía estar ahí xD) una cinta con nuestro primer concierto. Es para descojonarse desde luego, pero creo que la mezcla de ilusión y nervios no nos dejó hacer otra cosa. Fijaos si estábamos histéricas que nos crujimos tres botellas de ron antes del concierto, claro, así nos pasó… que nos pusimos a tocar los bises sin bajarnos del escenario si quiera. ¡Vaya espectáculo bizarro!


Seguí rebuscando en el cajón (mi casa es el templo del caos) y encontré un pequeño diario que empecé a escribir el mismo día que decidimos montar el grupo. Y encontré algo muy curioso. La primera persona que me crucé en este mundo (de la música) fue Mauno Ala-Korpi al que no volví a ver pasados los años, que me lo encontré en una playa de Barcelona, casualidades de la vida. Creo que ninguno nos reconocimos, hoy nos une una bonita amistad… el día que le cuele una broma teléfonica juro que daré una fiestaza. También por aquella época conocí a Reyes Martinez Dalmau pero las giras nos hicieron perder el contacto. Al cabo de unos años, paseando por el Retiro me encontré con una niña preciosa que me daba uno de sus lápices de colores para que le ayudara a colorear su cuento… era la hija de Reyes, con el que vuelvo a tener contacto de vez en cuando. Hay más casualidades, ya las contaré otro día a quien le interese.


Todo esto me hizo pensar que como dice Aitana, las casualidades no son casualidades, si no señales y las señales están para dejarse llevar por ellas, por eso vienen a nosotros.